Detectarlo a tiempo, la mejor forma de combate.
¿Cuáles son
los síntomas?
Ninguno de los dos
tipos de degeneración macular (seca y húmeda) causa dolor.
La degeneración macular seca: La señal más común del tipo seco
es la visión borrosa. A medida que se deterioran las células de la mácula, se
va perdiendo el detalle de lo que está adelante al mirar, como las caras de la
gente o las letras de un libro. La visión borrosa suele mejorar cuando hay luz
más brillante. Si la pérdida de las células sensibles a la luz es de mayor
grado, es posible que aparezca un punto ciego pequeño (que va creciendo) en el
centro del campo de visión.
La degeneración macular húmeda: El síntoma más común del tipo
húmedo de la enfermedad es que las líneas rectas se ven onduladas. Esto se debe
a que el líquido que pierden los vasos sanguíneos se acumula bajo la mácula y
la eleva, distorsionando la vista. También puede aparecer un punto ciego
pequeño en el tipo húmedo de la degeneración macular relacionada con la edad, y
esto causa pérdida de la visión central.
¿Cómo se detecta la
degeneración macular relacionada con la edad?
Si tiene más de 60
años de edad y ha tenido cambios en su visión central hace poco, es posible que
sea señal de degeneración macular relacionada con la edad. Su oculista puede
detectar la enfermedad mediante un examen de los ojos en el que se dilatan las
pupilas. Cuando las pupilas están dilatadas, es más fácil ver el fondo del ojo.
También puede hacer la prueba de Amsler, en la que se le pide que observe un
diagrama que forma una cuadrícula. Si la visión central ha cambiado, las líneas
se ven distorcionadas, lo cual es señal de degeneración macular relacionada con
la edad.
La degeneración
macular relacionada con la edad se detecta haciéndose un examen completo de los
ojos que incluye:
1.
Prueba de agudeza visual. En esta prueba se usa
una tabla optométrica para medir su vista a diferentes distancias.
2.
Examen con dilatación de las pupilas. Para dilatar o
agrandar las pupilas, el oculista le pone unas gotas en los ojos. El oculista
mira a través de un lente de aumento especial para examinar la retina y el
nervio óptico para ver si hay señales de degeneración macular u otros problemas
de los ojos. Después del examen, su visión de cerca podrá permanecer borrosa
por varias horas.
3.
Tonometría. Se utiliza un instrumento para
medir la presión dentro del ojo. Para esta prueba, el oculista puede ponerle
unas gotas para adormecer sus ojos.
Es posible que su
oculista también le haga otras pruebas para aprender más sobre la estructura y
la salud de sus ojos.
Durante el examen de
los ojos, el oculista también le puede pedir que mire a una rejilla de
Amsler. El diseño de la rejilla se parece a un tablero de ajedrez. Le pedirá
que se cubra un ojo y que fije la vista en el punto negro situado en el centro
de la rejilla. Mientras usted observa el punto, es posible que note que las
líneas rectas parezcan onduladas. De igual manera, le puede parecer que faltan
algunas de las líneas. Estas pueden ser señales de la degeneración macular
relacionada con la edad.
NO dependa solo en la
rejilla Amsler para un diagnóstico - por favor hable con su oculista.
Si su oculista sospecha que
usted tiene degeneración macular húmeda, puede sugerirle que se haga una angiografía
fluoresceínica. Para esta prueba se le inyecta un tinte
especial en una vena de su brazo. Se toman fotografías cuando el tinte pasa por
los vasos sanguíneos en la retina. Esta prueba le permite a su oculista
detectar si tiene algún vaso sanguíneo que está goteando y así puede recomendar
algún tratamiento.
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